La lista de 25 reglas para directores de Sam Mendes dice:
"7. If you are doing a play or a film, you have to have a secret way in if you are directing it. Sometimes it’s big things. American Beauty, for me, was about my adolescence. Road to Perdition was about my childhood. Skyfall was about middle-age and mortality. Sometimes it’s small things. Maybe it’s just a simple idea. What if we do the whole thing in the nightclub, for example. But it’s not enough just to admire a script, you have to have a way in that is yours, and yours alone."
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"7. Si estás haciendo una obra o un filme, tienes que tener una manera secreta en cómo estás dirigiéndola. A veces son cosas grandes. Belleza Americana, para mi, era sobre mi adolescencia. Camino a la Perdición era sobre mi infancia. Skyfalles sobre la mediana edad y mortalidad. A veces son cosas pequeñas. Tal vez sea solo una idea simple. Qué tal si hacemos todo en el club nocturno, por ejemplo. Pero no es suficiente sólo admirar un guión, tienes que tener una forma que es tuya y solamente tuya."
Me llamó la atención recordar esta cita justo ahora que pienso sobre la homogeneización de la imagen.
Es una cosa extraña ver lo que hizo Sam Mendes con películas de salida comercial, en particular Skyfall. Al verla, hay un sentimiento honesto de que algo hay detrás, eso que él llama la manera secreta.
Y hay prácticas que atentan contra eso.
Cuando vas a ver una película de Marvel Studios mirarás un estilo cinematográfico, una forma controlada y homogénea que predomina sobre el fondo de todas sus producciones, con pequeños giros que conservan la ilusión de que está cambiado y permiten la conservación del público por medio de la simulación, de bombas de humo.
Es una manera de conservar el control para anular cualquier posibilidad de perder dinero.
Es un control motivado por la necesidad de conservar y generar capital.
Por voracidad.
Marvel es el máximo exponente de la homogeneización de la imagen de nuestros tiempos.
No verás una manera secreta en ninguna película de Marvel.
Pero la verás en el cine de Godfrey Reggio.
En Skyfall.
Y en Phantom Thread de Paul Thomas Anderson:
Reynolds Woodcock es un modista londinense de los 50s.
Tiene carácter de artista.
Es un artista.
Esconde secretos frente al corazón en sus vestidos.
Ama mucho a su madre difunta.
Tiene todo y a todos lo que necesita para trabajar en alto privilegio.
Y necesita una musa.
Percibí muy fácilmente que la manera secreta era el tema y razón de la película; entonces toda las decisiones artísticas están dirigidas a estos, sin censura ni miedo.
Y por ello me fue tan deliciosamente perturbadora.
Me hizo sentir profundamente.
Un vestido de Woodcock tiene el efecto en una clienta que el de una película de Paul Thomas Anderson en mí.
Phantom Thread tiene una tremenda autonomía de la imagen.
La visión de cada uno de nosotros está condicionada a nuestro entorno. No es libre ni autónoma del todo.
Pero mediante el ejercicio constante de un esfuerzo de construcción de imágenes cada vez más autónomas y honestas, podemos ir escudriñando nuestra propia visión para comprendernos a nosotros mismos.
Es un acto humanista y de amor propio. De confianza y respeto al prójimo público.
Podemos perfeccionar nuestra capacidad en la autonomía de las imágenes que generamos para expandir nuestro sentido de visión y los alcances que puede tener para entender y reflexionar sobre lo que vemos.
Sugiero eso como ejercicio lúdico y eje rector de la aventura de construir narrativa visual.
