Estado vegetal, obra teatral polifónica con una sola actriz, es uno de los eventos con los que Chile participa en el XLVI Festival Internacional Cervantino. El Teatro Cervantes, recinto donde la pieza fue puesta en escena, estuvo lleno casi en su totalidad, a pesar de las particularidades de su representación y de su fuerte carga filosófica (que ya se venía anunciando desde su sinopsis en el programa oficial).
Para adornar el escenario, únicamente había trece focos profesionales en diferentes alturas formando un semicírculo, una silla y una mesa con una maceta. La obra comienza con la aparición en escena de Marcela Salinas vistiendo un pantalón de mezclilla sencillo, camisa rosa bien fajada, cabello recogido y cero maquillaje.
La actriz inicia la narración de una historia, aparentemente simple, dando voz a varios personajes, quienes viven cerca de un gran árbol y tienen variadas opiniones sobre el mismo, ya que unos quieren tumbarlo antes de que alcance los cables de luz y estropee la electricidad, mientras otros defienden su permanencia alegando que éste lleva más tiempo ahí que ellos y que, por tanto, es necesario buscar otra alternativa. La historia da un giro cuando uno de los miembros de la comunidad accidentalmente se estampa en moto a toda velocidad contra el árbol quedando, a su vez, hospitalizado y en estado vegetal.
La directora Manuela Infante y Marcela Salinas, construyeron esta obra apoyándose en los trabajos del filósofo Michael Marder, del científico de plantas Stefano Mancuso y una parte en la obra de Charles Darwin, la cual se enfoca en el mundo vegetal, lo que dio como resultado un guion cuyas reflexiones sobre cualquier tipo de ser vivo llevan al espectador de la mano a un extrañamiento donde interrogantes como “¿un ser vivo animado vale acaso más que un ser vivo estático?" o "si llevamos menos tiempo que ellas en el mundo, ¿deben adaptarse las plantas a nosotros o nosotros a las plantas?”. Estas preguntas, más que resultar incómodas, ayudan a crear conciencia sobre el respeto a todas las manifestaciones de vida. No todo el arte que busca hacer denuncia o reflexión consigue ejecuciones tan claras y sólidas como ésta, obra que, me atrevo a decir, será referencia obligatoria en su área de ahora en adelante.
Estado vegetal es una de las mejores obras de teatro que he visto en todos mis años asistiendo al Cervantino. La interpretación de Marcela Salinas Tapia es digna de todos los reconocimientos y la obra, en sí misma, no sólo consigue entretener, sino que también siembra en el espectador una revalorización profunda de la naturaleza.
Manuela Infante y Marcela Salinas
Estado vegetal
15 y 16 de octubre de 2018
Teatro Cervantes
Fotografía: Rebeca Lsp Acosta