Alea es una artista colombiana nacida en Barrancas, La Guajira. Vivió en Boston durante sus estudios en Berklee College of Music y posteriormente se movió a la ciudad de Nueva York, donde reside actualmente. “Nueva York me impactó muchísimo en un principio, es una ciudad que te eleva el sueño, la garra y las ganas de luchar por cosas nuevas. Nueva York tiene una diversidad cultural impresionante y eso también me ha ayudado a afinar el oído, a buscar inspiraciones en lugares poco comunes y a estar más alerta a todas las vivencias, es por eso que Nueva York me ha enseñado muchísimo sobre la humildad y el trabajo duro”, comenta Alea.
Alea destaca por tener una visión progresista y promotora que enmarca toda una generación de música etno futurista y folklórica experimental. Su sonido es la comunión de la cumbia, vallenato, rancheras, jazz y afrobeat. “La consolidación de mi identidad sonora tiene que ver mucho con mis raíces y lo que he estudiado, también tiene una influencia en lo que yo valoro y respeto como ser humano, lo que quiero transmitir en mi mensaje. Mi sonido es producto de mucho trabajo interior por llegar a un lugar auténtico, a un lugar que me haga sentir verdaderamente yo. Aunque bueno, esa búsqueda todavía sigue…”
Su visión contiene influencias musicales de todas partes de Latinoamérica; una fusión que le da un giro a la música tradicional latina. En octubre de 2018 realizó una exitosa campaña de crowdfunding para su próximo álbum, ‘Alborotá’. Un material enraizado en el empoderamiento femenino. “Definitivamente mi fuente principal de inspiración sobre las mujeres que están en este disco está en mi familia; mis abuelas, que ambas ya partieron, mi mamá y mis hermanas. Y también mujeres que han influenciado mi arte como Nina Simone, Frida Kahlo, Silvia Pérez Cruz, Claudia López en Colombia, Esperanza Spalding, Chavela Vargas, mujeres que han cambiado parámetros y han abierto puertas a nuevos capítulos”, dice.
‘Alborotá’, es la historia de Alea y de miles de mujeres, que se han tenido que adaptar a los moldes y expectativas sociales impuestos en ellas desde niñas pero que en algún momento han logrado romper el silencio y ahora, llevan en su día a día pequeñas revoluciones feministas. “El punto de definir a una mujer es precisamente no definirla. Ser mujer va más allá del tamaño, el peso, la estatura o cualquier atributo físico. Para mí, identificarse como mujer tiene que ver con una conexión profunda hacia el cuidar, amar, nutrir, fortalecer y transformar tu al rededor. Una característica humana, pero que destaca en las mujeres, mas allá de su decisión sobre la maternidad. Ser mujer es algo que estamos redefiniendo día con día.”
“Ser mujer y ser alborotá es aquel ser independiente, que le da valor a su libertad. Como mujer alborotá he tomado las riendas de mi vida, sin dejarme presionar por todos los estereotipos y prejuicios.”
Así mismo, Alea busca ir más allá de la declaratoria feminista y hacer también de su música, un canal para visibilizar y empoderar a toda la comunidad ‘Latinx’. “El nombre ‘latinx’ es algo que surgió en los Estados Unidos y se ha ido desplegando poco a poco en los medios, pero que realmente viene de la comunidad latinoamericana en los Estados Unidos que no se identifica como él ni ella. La ‘x’ es una manera de inclusión de género para no utilizar ni o, ni a, ni e. Es algo mediático, sin embargo cada vez más gente está hablando con estos términos inclusivos. El lenguaje está en función de la evolución humana. Es necesario no poner esto a un lado y por el contrario, darle la visibilidad que se merece.”
Alea cierra la conversación haciendo énfasis en la importancia de impulsar colectivamente este cambio: “Creo que cada uno dentro de su casa, de manera individual, tiene que ir haciendo estos pequeños cambios. De criar a un hombre feminista, de criar una niña, un niño, un niñx incluyente, que celebre la diversidad, que celebre lo diferente, que celebre los cambios como parte natural de nuestro mundo. Abrazo el nombre ‘latinx’ porque necesitamos celebrar a todxs aquellxs que siempre han estado y no han tenido ese lugar.”