El encuentro de una flor por David Mondragón

Naza PF (cortesía FIC)
Orquesta Nacional de Jazz - Festival Internacional Cervantino - Naza PF

Las flores nacen en primavera, 
sin primavera no hay flores, 
sin flor no soy nadie.

 

Un hombre camina por la calle; deambula cabizbajo y sombrío porque fue un día devastador. No murió nadie, tampoco él morirá, pero su tristeza es inmensa. Una mujer tiene marcas en los ojos, indicios de que ha llorado; lo espera sentada en unas gradas pensando si es que vendrá, pues no hubo una cita previa, nunca acordaron encontrarse. Ella tan solo espera. Él, sin advertir la peripecia, llega también y se sienta, tal vez una grada más arriba o quizá una más abajo, pero no en la apropiada. Ambos, en el mismo lugar, en el mismo tiempo y no se encontraron.

En el escenario había veinte instrumentistas y cinco compositores ofreciendo el concierto de su vida. La Orquesta Nacional de Jazz de México (ONJMX) presentó Suite La mexicana, obra que retoma algunas de las piezas y ritmos populares más icónicos del país, como los sones istmeños, jarochos y chiapanecos, sin faltar la música del norte, como las polkas. Entre el inmenso cancionero folklórico mexicano, la selección fue difícil, mencionó el director de orquesta, Tonatiuh Vázquez, orgulloso de la decisión final sobre la que se compuso y cuyo resultado ejecutaron.

Los ritmos se superpusieron, los sones y el jazz, el jazz y los sones, en una verdadera fiesta de sonidos para enloquecer a un público que aplaudía y gritaba sin cesar al concluir cada movimiento. Los músicos y maestros, como Manuel Huizar (flauta) y César Secundino (arpa), hicieron gala de sus instrumentos tocando cada uno a lo largo de la presentación una improvisación individual, momentos verdaderamente impresionantes, pues la emoción por verlos tocar no solo se advertía en los fascinados rostros de los espectadores, sino también en las ufanas caras de los compañeros jazzistas.

Las flores estaban ahí, llovían interminables sobre las gradas, sobre los amantes. Ellos, en su tristeza, las recogían y las miraban hermosas, pero no eran capaces de devolverles el alma. ¿Acaso un campo de flores no es suficiente? Aun entre tantos brotes, seguían siendo nadie. No obstante, casi al finalizar, el tema “Ele”, de Carlos Zambrano, fue interpretada por la voz de Lucía Gutiérrez y, entre tantas flores, una sola bastó para que sus corazones volvieran a abrazarse en la distancia. Supieron entonces que, sin coincidir en espacio ni en tiempo, estaban juntos al fin.

Sin lugar a dudas, el concierto de la Orquesta Nacional de Jazz de México ha sido uno de los eventos clímax que el Festival Internacional Cervantino ha ofrecido durante este año. La selección folklórica, la ejecución músical, los solos de jazz, la voz de la cantante, la marimba, los paisajes en la pantalla, los poemas indígenas, las flores y, de nuevo, el encuentro y la plenitud del ser.

 

Orquesta Nacional de Jazz de México, ONJMX
Suite La Mexicana
26 de octubre de 2021
Explanada de la Alhóndiga

Fotografía: Naza PF (cortesía FIC)

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