Desde que Álvaro consume televisión, en casa nos hemos esforzado porque no se embobe con las típicas series de los canales para niños, a veces no lo logramos, pero otras muchas nos sentamos en el sillón para explorar ese catálogo finito y poco conciensudo de la parte Kids de Netflix y triunfamos.
Así fue como caímos un miércoles cualquiera en Hilda, una serie animada en ese tiempo recién estrenada que me llamó la atención por la caratula y de inmediato por el estilo de animación, la apertura y su música.
Aventuras, criaturas, colores, formas y una trama que no menosprecia al espectador, Hilda se mueve entre lo sensible, hipnótico y cálido. Es, como si la hubiésemos visto siempre.
Del artista británico Luke Pearson, la serie cuenta las aventuras de una niña no mayor a los 12 años que interactúa con criaturas mágicas, en una avalancha de aventuras que la llevan entre túneles, nubes, montañas y amistad.
Netflix apuesta con esta serie a la trayectoria y talento de Pearson quien lleva desde 2010 publicando en la editorial Nobrow. Hilda tiene 5 número de cómic y la adaptación y trabajo ha sido lidereado por el mismo autor.
Si les va la animación rara, las historias extrañas y las aventuras, seguro que encontrarán en Hilda algo que perdieron hace mucho.
Por lo pronto, es nuestra serie predilecta de la noche para asustarnos o reirnos.
Los bocetos de Hilda, compartidos por Luke Pearson.