Campos de concentración por Mixar López

Two young girls watch a World Cup soccer match on a television from their holding area where hundreds of mostly Central American immigrant children are being processed and held at the U.S. Customs and Border Protection Nogales Placement Center on Wednesday, June 18, 2014, in Nogales, Ariz. CPB provided media tours Wednesday of two locations in Brownsville, Texas, and Nogales, that have been central to processing the more than 47,000 unaccompanied children who have entered the country illegally since Oct. 1. (AP Photo/Ross D. Franklin, Pool)

Lo que sabemos acerca de las condiciones en las que viven los hijos de inmigrantes en los centros de detención en EEUU

 

 

“El miércoles recibimos informes de niños acerca de un brote de piojos en una de las celdas, donde había al menos unos veinticinco infantes; lo que nos dijeron es que seis de estos niños tenían piojos. Se les dió un champú, y a los otros niños se les proporcionaron dos peines con la orden de que los compartieran. ¡Algo que nunca se hace con un brote de piojos! Y después uno de estos peines se extravió; los agentes de la Patrulla Fronteriza se enojaron tanto que les quitaron las mantas y colchonetas. No se les permitió dormir en camas, tuvieron que pernoctar en el suelo como castigo por perder el peine”.

         Fue lo que expreso al 'New Yorker' Warren Binford, el abogado y defensor de los derechos de los niños, cuando a mediados de junio, accedió a una instalación de la patrulla fronteriza en Clint, Texas, donde 351 niños migrantes fueron detenidos. Más de 100 eran menores de 13 años, y el más joven tenía poco más de 4 meses. Binford informó que muchos de los niños han estado recluidos en este lugar durante tres semanas o más, y los guardias habían creado ya un “jefe infantil” que era racionado con comida extra en un intento más para controlar a los otros niños.

 

         La tercera semana de junio comenzó con una amplia discusión política sobre si la designación de detención migratoria de la activista y política estadounidense Alexandria Ocasio-Cortez como “campos de concentración” fue la nomenclatura correcta para estas salas de detención en las que viven 41 niños detenidos en celdas construida para ocho. Esto concluyó con informes atroces acerca de las condiciones en dichos campamentos, donde los niños inmigrantes indocumentados están siendo separados brutalmente de sus familias.

         En condiciones “peores que la cárcel”, escribió la doctora Dolly Lucio Sevier, en una declaración médica para 'ABC News' después de visitar las instalaciones de la patrulla fronteriza a lo largo de la frontera de Texas.

         “Las condiciones de este tipo de instalaciones en McAllen, Texas, “podrían compararse con las de una cámara de tortura”.

 

         Sevier es una doctora privada a la que se le otorgó acceso a una instalación en McAllen, Texas, a mediados de junio; después de esto, los abogados descubrieron un brote de gripe que envió a cinco bebés a una unidad de cuidado intensivo neonatal. En el centro de detención —el más grande de la instalación de la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos— Sevier ratificó que 39 niños menores de 18 años, se enfrentan a condiciones que incluyen “frío, extremos de temperaturas, luces encendidas las 24 horas del día, y que no hay acceso adecuado a servicios médicos ni de cuidado, saneamiento básico, agua o comida adecuada”. Todos los 39 presentaron signos de trauma.

         Sevier le expresó a 'ABC News', que los adolescentes que observó en las instalaciones no podían lavarse las manos mientras estaban bajo custodia, lo que a ella llamó como “el equivalente a una intencional propagación de enfermedades”. Madres adolescentes bajo custodia le expusieron que no tenían derecho a  limpiar los biberones de sus hijos: “Negar a los padres la posibilidad de lavar los biberones de sus bebés es una inconsciencia, y podría ser considerado como un abuso emocional”, escribió Sevier. En resumen, determinó que “las condiciones en que se encuentran podrían compararse con las de un campo de concentración”.

         Conversando con 'ABC News', Binford también describió un ejemplo devastador de un niño de 2 años sin pañales que tenía a varias otras niñas pequeñas cuidándolo. “Cuando le pregunté dónde estaban sus pañales, ella miró hacia abajo y dijo: “Él no los necesita”, y luego inmediatamente el niño orinó en su pantalón, justo allí en la silla de la conferencia, y comenzó a llorar”, Dijo Binford. “Así que también se les exige a los niños que cuiden a otros más pequeños, y simplemente no están preparados para hacer eso”.

 

         Estos son tan solo un par de muestras de la deshumanización en los centros de detención de los inmigrantes en Estados Unidos, donde los niños son tratados violentamente, de manera física y psicológica, en condiciones verdaderamente infrahumanas.

         Estos centros de detención son auténticos campos de concentración en los que el niño extranjero sólo es “carne de cañón” en medio de un aparato discursivo de racismo y odio… al que coadyuvamos sino hacemos NADA.

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