El recorrido sobre la gestión cultural en los 10 años de El Kino, nos ha enseñado como equipo que los procesos, por más identificados que estén, siempre implicarán una habilidad de adaptación que exige corregir el vuelo ya en el aire. Lo vivimos en 2009 con la pandemia de la Influenza H1N1 y podremos asimilarlo ahora que se fue el 2020.
La innovación como concepto en los últimos años se ha tornado una moda, devenido del éxito en ciudades como San Francisco, Berlín o Londres, que tienen un sello distintivo del emprendimiento y la innovación mercadológica que es evidente en todo el mundo.
Sin embargo, el concepto de innovación ha llegado a significar una amenaza pues resulta natural al innovador contradecir paradigmas; hecho que quedó en la historia cuando en Inglaterra Eduardo VI prohibió la innovación con el pretexto de evitar violencia y desorden en su reino. Hecho que en muchos lugares, innovar se sigue percibiendo como una distracción y no como un motor de cambio constante.
En el siglo XX y más específicamente en las últimas 4 décadas del éste, sobrevino la mayor ola de innovaciones tecnológicas sin precedentes: internet, PC, GPS, etc. y con mayor impacto actualmente, en los años 80 nace el Design Thinking que le da al diseño de ideas estructuras metodológicas cambiantes, adaptables que hoy por hoy dejan estas formas de trabajo como estándar en el que se deben estar adjuntando decenas de herramientas.
La Gestión Cultural como disciplina, encaja perfectamente en estos procesos de diseño, pues al ojo del equipo de El Kino, la pertinencia va ligada a la vigencia de un proyecto, es decir, un proyecto cultural adquiere mayor permanencia si éste resulta necesario para dar respuestas o atender problemáticas específicas. En otras palabras: volverse necesario es el camino que obliga a un proyecto cultural a enrolarse en el mundo de la innovación. Ahí que la innovación en la gestión cultural es una necesidad primordial.
en pleno 2021 las oportunidades serán más reducidas, los presupuestos a algo no referente a salud tendrá menos presupuesto (principalmente la cultura) y la innovación ligada a la pertinencia de proyectos hará posible que nuestros emprendimientos culturales tengan buena recepción de colaboradores y de públicos.
En enero de 2011, a un mes de la apertura del centro cultural El Kino, quienes estábamos
dedicados a los trámites burocráticos decidimos que como proyecto nos involucraremos, siempre, en todas las convocatorias a concurso de fondos y de capacitaciones de todas las áreas que se nos presentan, ello como ejercicio para encontrarle forma a lo que estábamos diseñando y también para luchar por tipificar la gestión como herramienta de cambio.
El proceso inició desde el diseño del proyecto en el otoño de 2010 y al día de hoy nos encontramos justo en una etapa de rediseño y de capacitación. Pasando por 2 programas de estímulos a la creación artística obtenidos por el Instituto Cultural de León (2011 y 2013), por asesorías de emprendimiento de la Secretaría de Desarrollo Económico de Guanajuato, desarrollamos en colaboración con Cine Colectivo Guanajuato (CCG) el proyecto de la Cinemateca de Guanajuato dentro del Reto Semilla de NOVAERA Guanajuato. Y más recientemente en el proyecto de la Dirección de Innovación de León “Emprendimiento Público”.
A cada paso se adquieren habilidades de otras disciplinas que en suma ayudan a nuestro ejercicio diario y con ello generamos más y nuevos productos, como fue el caso en 2017 que rediseñamos El Kino como la Plataforma en Innovación en Gestión Cultural que ahora es, de la que nacieron DECEA360, Experimento la montaña, Pasa por el Eje y para este año lanzaremos el nuevo laboratorio de producción musical en Valparaíso, Chile y en León, Mx “Soundera” conformado por un equipo diverso.
Estos laboratorios nacen de nuestra agenda de trabajo luego de un focus group, un taller de forecasting con enfoque social y tras largas horas de diseño y de creer en nuestro grito de guerra #ConspiremosCultura, desde la cual hemos hecho un trabajo colaborativo, interdisciplinar y multicultural. Creer en nosotros fue la clave para determinarnos a crear nuestra metodología que está permanentemente en evolución.
El proceso no tiene punta y menos en un 2021 que es igual de incógnita que su antecesor para la economía naranja, para el sector cultural y en un entorno complicado de salud para nuestra comunidad. Estamos trepando por este mar de herramientas, de formatos que dan planeación y sin jamás descuidar el hábito de darle pasión a los sueños; haciendo de este camino de actualización un pretexto que hoy en día nos tiene en identificando agentes culturales y con miras a la transmedia para una comunicación más vivencial. Buscando más y nuevos colaboradores para seguir en la pelea.
Para El Kino, próximo a su 10mo aniversario le corresponde ofrecer a la sociedad ese breve espacio para hacer de la Gestión Cultural un agente de cambio, más cuando se trata de convocar, crear una comunidad y enfocarse en generar proyectos culturales de la mano de especialistas, al lado de colegas y,en comunión con gobierno, asociaciones civiles y la iniciativa privada para que la cultura sea tema concerniente a todos los agentes culturales.