Los peligros de la hiperconectividad Por: Fidel Toledo

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Basura Moderna por Fidel Toledo

Palabras clave: tecnología, estafas, marketing, tendencias. 

Mi familia pasó por un periodo económicamente complicado: tarjetas de crédito sobregiradas, préstamos por pagar y una hipoteca impagable. Por aquel entonces trabajaba como uber de tiempo completo y de medio tiempo jugaba a ser un estudiante promedio de comunicación. Una tarde mi padre me pidió que pasara a recogerlo a su trabajo, en el camino me contó que el banco de España pensaba prestarle un total de 20 mil euros, con lo que pensaba pagar todas sus deudas e ir de vacaciones con mi madre, lo único que tenía que hacer era depositar mil pesos para pagar el estudio socioeconómico y sus sueños podrían volverse realidad.

 “… facebook vende tus fotos para poder usarlas en la publicidad de otros países…”

¿Alguién recuerda el comienzo de facebook? Por aquel entonces mi mamá me pedía que no subiera fotos, había escuchado que existía una red de trata que podían acceder a facebook para rastrearte y secuestrarte. Mi maestra de la secundaría aseguraba que facebook vende tus fotos para poder usarlas en la publicidad de otros países e incluso había quien creía que los teléfonos están diseñados para matar neuronas y reducir tu coeficiente intelectual. Tardé más de 7 años en saber que tenían razón, pero no de la manera en la que creían, una gran parte de los rumores surgen de las políticas de privacidad que (spoiler alert) nadie ha leído, pero el verdadero enemigo es la posverdad.

La posverdad es un término que nació en el 2010, en el blog de una revista como ésta, desde entonces se utiliza para nombrar al fenómeno que ocurre cuando la sociedad decide desacreditar los hechos reales o comprobados porque no los comprende y porque “ya no se sabe en qué confiar” y ¿Quién podría decir lo contrario?

“… las sospechas se confirmaron, todo el mundo fue consciente de que facebook sabe demasiado de nosotros….”

En el 2018, tras la victoria de Trump como presidente y tras el escándalo de Cambridge Analytica, Mark Zuckerberg fue llamado a la corte para declarar por las acusaciones de venta de datos a las que se enfrentaba su compañia. En aquel entonces pudimos observar el rostro del millonario más joven del mundo asustado, su empresa había hecho temblar la democracia, de repente las sospechas se confirmaron: todo el mundo fue consciente de que facebook sabe demasiado de nosotros: dónde vives, dónde trabajas, la ruta que utilizas para ir al trabajo, los idiomas que hablas, el celular que usas y la ropa que llevas puesta. Todo lo que posteamos es clasificado, analizado y tiene un costo. 

2018: Mark Zuckerberg en su primer interrogatorio ante los legisladores de Estados Unidos; fuente: bbc.com

Mi abuelo solía decir que no existe algo más valioso que el tiempo, y tenía razón. Hoy se escucha en todas partes hablar del marketing digital, términos como “Minería de datos”, “bots” o “neuromarketing” son utilizados con naturalidad, los microempresarios dedican su tiempo a hacer anuncios en facebook e intentan segmentar para llegar a más personas (y ahorrarse dinero), los más afortunados habrán contratado a una empresa que se especializa en analizar a los consumidores. La tendencia es clara, en un mundo donde las personas pasan la mayor parte de su tiempo en su celular, llamar la atención es indispensable para vender cualquier tipo de servicio, producto y/o trabajo. Para lograrlo es necesario tener la mayor cantidad de información de tus clientes potenciales.  

A nadie le parece raro que un anuncio aparezca justo con lo que necesitabas, las personas comparten noticias apenas las leen, pasamos horas en Netflix o en youtube y a nadie le parece raro que una página web te pida tus datos personales para registrate en ella.

“… datos como la CURP son un acceso directo a tu nacionalidad, sexo y edad…”

Los datos son la moneda con la que se compra tiempo, si hoy empiezas un nuevo trabajo habrás tenido que pasar por un proceso en el que te pedirán tu identificación, comprobantes de domicilio, cuentas bancarias, datos como la CURP; que son un acceso directo a tu nacionalidad, sexo y edad. Con ello las empresas se aseguran de que un porcentaje de tu día sea cambiado por dinero, con más datos, empresas grandes serán capaces de intercambiar tu atención por mucho más dinero. En un mundo hiperconectado los datos son la clave para comprender cómo interactuar con el usuario y que este pierda la mayor cantidad de tiempo viendo sus contenidos, comprando sus productos y compartiendo posts con sus amigos. 

Alexander Nix, ex CEO de Cambridge Analytica, en marzo pasado cuando se desató el escándalo por la compra de datos personales a Facebook (Foto: Reuters)

Una noche de insomnio me vi atrapado en el contenido de un usuario que hacia videos desmintiendo estafadores. En punto de las 4 de la mañana me tope con un video en el que hablaba con un miembro de la secta illuminati, le pedían 200 euros para poder hacer su ritual de iniciación, después de que el youtuber pidiera fotos reales de su cara o hacer una videollamada el estafador se destapó como una persona humilde de Nigeria que se dedicaba a intentar estafar personas para sobrevivir ante la pobreza extrema que enfrentaba su país, la estafa nigeriana funciona así, como último recurso una vez que descubres la estafa los criminales admitirán su error y tratarán de convencerte de que les dones dinero o que no los elimines porque de esta forma tendrán acceso a tus datos, el lugar en el que vives, las cosas que posteas y lo más importante: tu lista de amigos. Con esto los estafadores tienen la suficiente información para encontrar nuevas víctimas y hacer estafas cada vez más reales.

“… Lo único malo de descubrir la estafa fue ver la cara de decepción de mi papá…”

Al día siguiente hable con mi papá, le pedí que me enseñara su celular y descubrí que hablaba con un aproximado de 7 personas con nombres americanos, fotos de perfil con personas blancas y de traje. Al revisar sus perfiles pude demostrarle a mi papá que no sólo la lista de amigos del estafador estaba llena de personas que él conocía, sino que también tenía fotos viejas en las que enseñaba su verdadero rostro: mi papá estaba hablando con un hombre de origen africano. Lo único malo de descubrir la estafa fue ver la cara de decepción de mi papá. Más adelante se convirtió en “amigo” de su estafador y, tras enseñarle a ocultar su lista de amigos, lo utilizó para practicar su inglés, a final de cuentas, mi papá no tenía dinero para apoyarlo.

Captura real de la lista de amigos de mi papá en facebook. Fuente: mi papá.

Si lo analizamos bien la estafa nigeriana no es muy diferente a como las empresas utilizan nuestra información para manipular el modo en que interactuamos en las redes, somos víctimas del marketing que nosotros mismos intentamos entender, compramos cosas que no necesitamos, vendemos cosas creyendo que le hacemos un bien a la humanidad y utilizamos las redes sociales para compartir lo que creemos y pensamos. Al final del día nuestras tías tenían razón: hemos puesto todas nuestras esperanzas en personas que no conocemos, los illuminati ganaron y el nuevo orden mundial domina nuestras vidas. La basura moderna son nuestros sueños y aspiraciones que funcionan como un medio para que le demos click al botón de seguir, comprar o compartir.

Fuentes de sugerencias de fotos de portada: peexe

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