Alex on the Roof: Entre ‘Miradas’ acecha el hechizo Entrevista

/

El cantautor y cineasta, Alex on the Roof, enciende la pista con candor en el nuevo sencillo “Miradas”. Una canción que cuenta “una pequeña historia de esos momentos en los que te enamoras viendo bailar a ese alguien que genera en ti el miedo de no saber qué hacer…”.

Originario de la Ciudad de México, Alex presenta esta canción bailable e inspiradora en la que se puede estar en la disposición de dedicarla mientras se baila a su ritmo.

Alex nos cuenta de todo lo que ha estado alrededor de “Miradas” en esta conversación que les presentamos a continuación.

La primera vez que Alex sube al techo

Literal, ¿Porqué el nombre de Alex on the Roof? Es muy chistoso. Eso fue desde antes de que supiera que iba a estudiar cine. El nombre se me ocurrió en secundaria. Yo era un chico fresa en la secundaria que nada más escuchaba rock, y digo, obviamente me encanta el rock y siempre lo seguiré escuchando, pero como que estaba súper cerrado en ese género. Y además en inglés. Nada más topaba bandas en inglés y mi sueño era ser músico, pero así, en inglés, quería que me escucharan en inglés y quería ir a Estados Unidos. Tenía como que todo este sueño, porque no tenía idea de que realmente existe toda una música latina y en español, como que estaba en una burbujita, y no sé de dónde… ahí si fue una cosa súper de adolescente con un sueño a los 16 años que dije, voy a hacer esto y voy a llamarme Alex on the Roof y no tengo idea de dónde vino, sólo nació y se quedó por ahí el proyecto y luego, justo empecé a componer, y ya, poco a poco tuve la transición y dije no, siento raro estar escribiendo en inglés. ¿A quién le quiero dirigir mi música? Tuve esta onda, esta revelación musical y dije: La neta, sí ¿Porqué quiero que me escuchen primero los “ingleses” a los mexicanos? Y entonces, empezó la transformación.

Me puse a escuchar un montón de géneros. Me salí del rock y me puse a escuchar de tooodo. Y dije: Algo que sí quiero recordar siempre es esta onda que yo tenia a los catorce años, ese sueño, esa chispita… que todo se puede lograr si tu lo crees así y dije, bueno, eso tampoco lo quiero dejar, porque eso es parte de mí y dije, pues voy a mantener el nombre de Alex on the Roof, porque se me ocurrió a esa edad por algo y no saber que significa, también me da mucha gracia porque siento que la gente ya empieza decir “Alex on the Roof” y digo ok, ya estoy creando esa persona que no es Alejandro sino Alex on the Roof, y además me enganché de un nombre random y me da risa y se me hace padre.

El cine y la música

Me sirvieron muchas cosas del cine, de post-producción, de cómo editar un corto, tanto en la imagen como en el sonido. Al audio yo le metí mucho en la escuela y entonces ahí empecé a aprender a escuchar. Es raro, pero de repente, si te pones a pensar y no solo te pones a ver una película sin escuchar qué te está proponiendo, te preguntas ¿Por qué en tal secuencia meten música y por qué en esta otra no? ¿Porqué hay estos sonidos? Entonces empiezas a crear una concepción y empiezas a, realmente volver a escuchar y a volver a ver las pelis, y al hacer eso, yo creo que toca tus proyectos y ya lo empiezas a hacer también.

Me pasó que empecé a componer, primero porque me llamaba y tenía una guitarra y dije, a ver que jale, pero ya cuando comencé a grabar, obviamente al principio, pues suenas horrible y escuchas tu voz y suena fatal, no sabes de donde y dices, chale, no sé ni qué estoy haciendo, según yo la música es buena pero las grabaciones están feas y mi voz, todavía no la entiendo… por eso, el lado técnico, me sirvió para entender cómo mezclar. Primero cómo escuchar mi música y decir, ok, yo quiero que haya estos elementos en mi canción, no sé, piano, voz, guitarra, y con algunas cosas ya más técnicas que puede que si conozco gracias a cine, de plug-ins y de aplicaciones para editar sonido, creo que eso me sirvió mucho y también en la concepción, como que de repente si hay una onda muy visual cuando trabajo mi música.

Siento que es algo que tengo en el inconsciente después de llevar cuatro años estudiando cine y solo estar cine y cine y estar viendo películas, pues obviamente todo lo empiezas a ver a partir de eso. Llega un momento en que ya, todo, hasta esto, que empiezo a componer y los acordes que estoy tocando y empiezan a salir en ese momento, me dan un cierto sentimiento de que si hay una imagen en mi cabeza, que no es tan concreta, es medio abstracta, pero siento que empiezan a haber esas cositas y es, entonces, ¿Cómo sigo creando esta imagen en mi cabeza para pasarlo y que sepa qué más ponerle a la canción? Creo que por ahí me funciona a mí, para saber cómo va creciendo esa canción, cómo pasarla en unos acordes de piano y decir, va a tener entonces voz, va a tener sintetizadores, X o Y, pero creo que también llega por una cosa de, cómo escuchas el sonido y lo “tratas de razonar”. Me llegan los nombres y digo, esta canción es como “acuosa”, esta canción es medio “invernal” y esas imágenes mentales me sirven para mantenerme ahí.

La nueva producción

Tengo mi microfonito y todos mis instrumentos aquí y hago toda la rola. En el primer EP que saqué, ahí fue una colaboración con un amigo que me ayudó a mezclarlo. Hubo una parte ahí de mezcla, en la que yo sabía mas o menos como sonaba bien, pero, ya esas cosas súper técnicas de producción musical ya no las topaba y le dije, ahí si ayúdame a terminar de masterizarlas para que suenen chido para Spotify. Y no fue un proceso solo técnico. Yo también le preguntaba oye, ¿Cómo escuchas esto? ¿Qué opinas de esto? Porque como era mi amigo, si era profesional, pero más cercano en el trabajo y eso estuvo padre. Pero ahorita con esta nueva música que estoy lanzando, como éste sencillo que acabo de sacar, si fue una cosa más personal. 

Sigue siendo un proyecto de mi cuarto, yo me invento los ritmos, la voz, los sintetizadores; y lo único que estoy haciendo, que es algo que descubrí hace poco (y por lo cual posiblemente, relance este sencillo) es trabajar con una página increíble que se llama Fever, de freelancers, donde los contactas en todo el mundo y les pides un trabajo. Yo no conocía eso y vi que ahí te pueden mezclar y te pueden grabar instrumentos, entonces tu les mandas la canción y les dices, tengo esta rola con este ritmo, y pues los ritmos que yo le estoy poniendo vienen de la compu, yo no tengo batería, ni tengo para grabarla y ya así este cuate te dice, va, yo te cobro tantos dólares y te grabo la batería en mi estudio y te mando el archivo de audio para que tu la pongas en tu canción. Y cuando conocí eso dije wow, está increíble, entonces ya no tengo que ir a un estudio, buscar gente y organizar todo, porque puedo conseguir un sonido profesional de mucha gente de internet. Entonces, cuando descubrí eso, fue cuando ya había salido este single. Tuve una crisis y dije, uff, sí tengo que hacerlo, y entonces, me puse a hacer cosas de este single para relanzarlo, ahora con batería y bajo real, con una regrabación de voz que no me gustaba… ese es el proceso que estoy teniendo ahorita, como externo, que sí, es como lo único externo que hago, pero todo sigue siendo personal en mi casita.

El concepto en “Miradas” frente a “Los huecos del delirio” (pasado álbum)

“Los huecos del delirio” fue el primer trabajo de aventarme a la música en el lado de, sí, escúchenme, soy yo; haciendo un disco conceptual, independiente, así, igual, en mi casa; grabado mucho más de una manera inocente, por así decirlo, porque no conocía tantas cosas.

Ese proyecto, lo que tiene es que, fue más como, largo. Tenía muchas canciones que ya había escrito hace años y canciones que había escrito hace menos tiempo. Era un proyecto extraño, que creo que me gusta porque tiene chispa y está padre porque tiene un Alex de hace cinco años, pero también tiene canciones de un Alex de hace como tres y luego de dos. Entonces sí hay una transformación de mis gustos, porque cuando empecé a componer, nada más era puro rock y puro rock en inglés. Y “Los huecos del delirio” todavía tiene ese mood y tiene un poquito, esta transformación, más como de electrónica, y entonces es como un proceso personal, de, “quiero seguir buscando, buscándome en mi música y tratando de ver qué onda en lo que me gusta”.

Yo luego soy muy duro conmigo mismo, creo que soy como esos artistas que nunca están conformes, y cuando terminé, lo escuché y la verdad, dije, “si aprendí muchísimo” y tuve muchas reflexiones, pero la verdad también dije, “esto no es exactamente lo que a mi me llama”. “Sé que con esta música no voy a llegar a donde quiero llegar”. Dije, “Ta’ chido. ¡Que padre que lo hiciste! Pero todavía esto no es… no eres tú, esto no es Alex on the Roof, lo que estamos buscando, esto es el nacimiento de Alex on the Roof, pero apenas, ahí, se está viendo”. 

Entonces, de ahí me puse a componer ya con este conocimiento que tenía, y después de escuchar cosas, empecé a hacer otro disco que todavía no ha salido, “Miradas” es el primer single. Entonces el plan es ver si subo otros cuatro, o tres o dos singles más, sumándole este nuevo remix de “Miradas” para que la gente escuche la nueva vibra musical que tengo y luego, ya, en este mismo año, sacar como 12 o 13 canciones que tengo ahorita, en un disco mucho más profesional.

La afinidad con lo latino

Me empecé a enamorar muchísimo, primero del ritmo clásico del dembow, del ritmo del reggaetón y me di cuenta de que lo tenía muy presente desde siempre, aunque nunca lo había reconocido. Luego te pones a oír música de los 2000’s; de pop, o sea como latino pop o así como una de Shakira con… un Alex, no me acuerdo, cual Alex era… Tenía eso y dije “¡Orale!”. Es que, ese ritmo yo ya lo tengo más como “leído” por las canciones de reggaetón que ahora escucho. Pero de repente, ya yendo pa’ atrás, digo, ya este ritmo lleva un rato, como, experimentándose en el mundo latino, no solo en el reggaetón y me llamó muchísimo por que dije, ¿Qué tiene esto que es algo tan simple, pero tan bailable que todavía todas las canciones lo siguen usando? Y creo que esa fue mi primera aproximación.

“Los huecos del delirio” empezaron como canciones muy rockeras y de repente lo que hice en algunas es que les quité la batería y las remplacé por este “tun, chitun chitun, chitun chitun…” y dije ¡Orale! Suena interesante. Y como es ahorita el ritmo que se está bailando en todo el mundo, dije… ¿Cómo lo hago mío? ¿Cómo hago para que no solo digan: “Ay bueno, otro ritmo igualito en todas las canciones”. Y entonces descubrí que esto es nuestro. No solo es algo que agarramos de muchos lados y luego lo hicimos nuestro. Y por alguna razón, tiene muchísimas cosas involucradas, políticas, sociales y hasta económicas. Justo me tocó con una amiga francesa que un día estábamos en una fiesta y le dije, vamos a bailar, y me dijo, no, me da pena porque yo no sé bailar y le dije, todos saben bailar. Y me dijo, para ti es muy fácil porque tú eres Latino… y yo no lo había visto así. Todo eso me empezó a dar vueltas en la cabeza y me di cuenta de que por ahí tenía que empezar; amarrar mis cosas para empezar a hacer mi música, porque soy latino y lo tengo en la sangre, quiera o no.

La trascendencia de entre mezclar los géneros, integrarlos y crear en Latinoamérica para aportar a la música en el mundo

Lo importante es que podemos hacerla, porque, algo que también esto me dejó, fue una reflexión que tuve en una entrevista sobre “Los huecos del delirio”, y es que tenemos la posibilidad ahorita, histórica y tecnológica. Porque probablemente, antes, dependías más de llegar con tu Demo a una disquera a esperar que te diga “esto que haces está padre, pero esto otro, no me gusta mucho, mejor tu disco, hagámoslo mas, ‘así’”. Tenías que encontrar alguien que realmente creyera en el proyecto.

Y en cambio ahorita no, ahorita te metes a tu cuarto, y puedes hacer esta onda libre, de, voy a mezclar rock y reggaetón y voy a meter electrónica con ondas más jazzceras, no sé, no hay límites porque sabes que al fin y al cabo tu lo puedes hacer todo y lo puedes subir a Spotify y nadie te va a decir que no. Esa libertad, también creo que es muy chida.

Procesos entre el cine y la música

Lo más importante, y lo que creo que me gusta más de la música es que es espontánea, puedes ir directo al grano, si te sientes triste, si te sientes feliz, si pasó algo en tu vida, X o Y, puedes sentarte en el piano y a ver qué sale… lo tocas y lo cantas, y hay una canción ahí.

En el cine es un proceso mucho más largo, mucho más complicado, porque es de escribir y pensar un guión, ver si funciona, ver si tienes el dinero, ver si tienes el equipo, comenzar a ver gente para hacer, digamos, un corto, grabarlo, luego editarlo y luego ver cómo funciona y luego ya, proyectarlo. Y por ese lado, por eso el cine es tan increíble, porque también tiene todo un proceso muy loco, y se transforma en sus diferentes etapas.

Pero justo, lo que la música me da, y que me gusta mucho, es esta espontaneidad de poder sacarlo en el momento. Si quiero hacer una canción en ese día, pues venga, la haces y con el tiempo empiezas a meterle mas cosas para que suene chido, pero la rola ya está, como que el lado del sentimiento artístico de plasmarlo, ya está.

Esa catarsis que uno tiene, me era muy necesaria porque en el cine no la tengo, en el cine, escribes el guión y ya que lo acabaste de escribir, pues, hay una pequeña catarsis, pero sabes que no has hecho la película, todavía te falta grabarla. Y ya que la grabas pues, tienes una catarsis diferente, pero sabes que todavía te falta editarla. Entonces, ese cambio de procesos hace que la música me guste más. Un ejemplo es, ahorita en la pandemia. Yo quería estar haciendo y haciendo cosas y de cine se me hacía más complicado porque era, yo solo en mi casa y sí, probé hacer cositas más experimentales, pero lo que siempre me llamaba es que podía prender mi compu en cualquier momento y conectar mi teclado y ponerme a hacer música y ya. No había que pensar tanto en procesos, como sueles hacerlo. Eso es lo que más me gusta.

Las influencias en la música

Siempre, siempre, los Beatles. Los Beatles son mi máximo en la vida. Siempre que tengo problemas, siempre que tengo dudas, lo que sea, siempre regreso a ellos porque creo que ellos lograron, volverse comerciales y pop y ser escuchados por millones, pero siendo ellos mismos. Lograron encontrar esa línea entre decir, esto es lo que me gusta a mí hacer, ¿cómo lo vendo? Que es muy diferente a venderte para hacer algo. Realmente son genuinos, se escucha, como, entre más se vuelven famosos, más les vale lo que piensen. Más hacen lo que ellos quieren. Siempre recurrir a los Beatles me funciona. La competencia que tenían Lennon y McCartney, fue lo que hizo a los Beatles, lo que hizo que hicieran tanta música, porque tenían competencia con uno mismo y con el otro. 

Yo siempre estoy en una competencia continua conmigo. Lo que ya hice en el pasado esta chido, lo aprecio, pero tengo que ganarle al Alex pasado, porque lo que quiero hacer, quiero que sea mejor de lo que hizo el Alex pasado y en 20 días o en una semana o en dos años, quiero que el otro Alex, esté compitiendo con este Alex y le quiera ganar.

Puedes seguir a Alex on the Roof en YoutubeFacebook e Instagram.

Historia Anterior

Alcachofas Asadas Por Moisés Campos

Siguiente Historia

The Young Pedro, un pop barroco imperdible Desde Guadalajara, The Young Pedro nos presenta su sencillo "Mesa para Tres"