Es hora de recapitular
las canción que me dio mi hermano.
En el pasado, él quería que la escuchara: se trataba de “El ángel Simón”.
Bien. Poco a poco fueron llegando las notas a través de los auriculares
y yo las recibía, como las recibió alguna vez el padre del asturiano.
Y unos me llaman Daniel
y otros me dicen Comala
mientras que algunos aún no me conocen, o no me han querido conocer.
Yo una ves tuve un padre, ¿lo tengo?
y si he de ser sincero, estaba igual de arruinado,
allá, en Durango.
Era cuestión de tiempo,
y cuando digo cuestión de tiempo, no es un decir, es un hecho.
Fracasé una vez, fracasé diez mil (dijo el de Asturias),
pero aún así, lanzó la primera piedra al timeline.
Era una invitación para el hombre que soy
por mi música
y por lo mucho que le había gustado.
¡Mirad, Comala, quieres abrir mis conciertos en México!
Y Lázaro se levantó y andó.
Shalalaralalá.
Y no me digas que no
no me habléis de distancias imposibles.
Soy de Durango, le rezó a un dios que le prometió la eufonía
que cuando el primer concierto acabe
habrá otro más
y nunca será bastante.
La pasaremos bien
y ya casi conoceré a Nacho Vegas.
¿Y es bastante aún mejor que jamás?
No, pero sucederá en Guadalajara
y derrotaremos al centralismo.
¡Mirad, las niñas cantarán “Lo peor de mí”.
Shalalaralalá.
Hermano, déjame preguntarte
¿Me vas a corear?
Si es así, decid, ¿lo vas a hacer lo suficientemente fuerte que se escuche
hasta Durango?
Veo que no asentís… pero yo sé que sí.
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Anti-poema propagandístico con relación al concierto de Nacho Vegas, que ofrecerá el sábado 17 de noviembre en el Teatro Diana de Guadalajara, mismo que abrirá el músico duranguense Lázaro Cristóbal Comala.
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Mixar López (Guerrero, 1975). Cronista y crítico musical. Es colaborador de diferentes revistas y periódicos de México, EEUU, España y America Latina. Reside en Des Moines, Iowa, Estados Unidos. Su primer libro de crónica, 'Prosopopeya: La voz del encierro', está próximo a ser publicado por la editorial Paraíso Perdído.