El miércoles pasado durante la habitual conferencia de prensa matutina de el poder ejecutivo nacional, hubo un importante aviso por parte del presidente de la República y los sectores empresariales y sindicales del país ya que se dio a conocer una reforma fundamental dentro de los objetivos del proyecto de nación, y es al sistema de pensiones. Un tema trascendental contra la lucha hacia la desigualdad y la pobreza.
Y es que ya hace algunos meses era bien sabido dentro del argot público que el secretario de hacienda Arturo Herrera Gutiérrez estaba preparando un cambio dentro del régimen de pensiones y seguridad social de 1997, la cual es la ley operante para los sistemas de fondos para el retiro (afores), el cual necesitaba un profundo cambio ya que el actual sistema no era lo suficientemente equitativo para las y los trabajadores del país.
Este nuevo cambio trae consigo tres nuevos estatutos que permitirán poder adquirir un mejor ahorro en los fondos para el retiro, siendo el sector obrero el mayor beneficiado.
El primero de estos cambios son las aportaciones patronales que aumentarán de un 5.15% a un 15% de forma gradual en un periodo de 8 años, es decir, que las contribuciones de las empresas para las afores de los trabajadores serán mayores, dichas aportaciones dependerán también del respectivo salario de cada empleado.
El segundo cambio y quizá el más fundamental de esta reforma, es el de la baja en las semanas de cotización para cada trabajador, el actual régimen contempla que para poder se acreedor a un fondo de retiro se tenía que laborar un periodo de 1250 semanas de trabajo (24 años) en el sector formal. Bajo este esquema según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de ahorro para el Retiro (CONSAR) solo el 24% de los actuales trabajadores que empezaron a cotizar un fondo a partir de 1997 podrán ser acreedores a una pensión, una cifra exageradamente baja.
Sin embargo, con esta nueva reforma los trabajadores podrán ser merecedores de un fondo para el retiro a partir de 750 semanas (14 años), generando una mayor amplitud de trabajadores que tendrán derecho a una pensión garantizada, sin importar el nivel de su salario.
El tercer cambio es el aumento a la pensión mínima garantizada, el régimen actual contempla que, si una persona percibe en su afore un monto menor al de la pensión mínima garantizada, que es alrededor de 3,300 pesos mensuales, el estado la complementaría. Con estos aumentos se proyecta que la tasa de reemplazo, la cual, es el tabulador que marca la pauta del último salario percibido por el trabajador y con el cual se hace la cotización base para su pensión aumente en un 40%, teniendo así un mayor beneficio monetario para el retiro de los trabajadores según datos de Hacienda.
Otro dato a destacar es que dicha pensión se complementará con los apoyos a los sectores de la tercera edad el cual resulta en un doble beneficio para los adultos mayores, los cuales, además de percibir una mejor cotización en su fondo de retiro también recibirán este apoyo económico directo por parte del estado. Siendo así un contrapeso hacia desigualdad de los sectores populares.
Sucesos colaterales positivos.
Otro hecho que considero también es importante resaltar y analizar es el del consenso entre el estado y el sector empresarial, los cuales en los últimos meses no habían tenido la mejor de las relaciones, ante la negativa por parte del gobierno de hacer rescates financieros de grandes empresas con la adquisición de deuda pública, una deuda que eventualmente sería de todos los ciudadanos. Sin embargo, esta nueva reforma generó un favorable acuerdo entre estos dos sectores, lo cual, se traduce en el beneficio de miles de trabajadores.
Como bien mencionó en la presentación de la reforma Carlos Aceves del Olmo secretario general de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) que esta nueva reforma en esencia no es suficiente, sin embargo, es un gran avance en donde se prioriza a las y los trabajadores del país.
Sin duda alguna esta iniciativa es un gran progreso para el país y un logro para esta administración, la cual, ha enmendado una lucha por el avance social y la reducción de la desigualdad y la pobreza en México, es por eso que esta nueva reforma al sistema de pensiones es un logro más de la cuarta transformación.