Un suponiendo el 2024 por Ricardo Yépez

 

La mejor forma de predecir el futuro es construirlo.

Alan Kay

 

Las pasadas votaciones fueron otro capítulo más de nuestra telenovelera vida política, el pueblo de México se mantiene en vilo esperando la resolución de la tensión política en el beso entre un grupo de representantes cabales y sus derechos civiles en deuda. La resolución de este fin de semana ha sido el ya conocido “continuará”.

Los resultados del electorado han sido las mismas de siempre, aunque con diferentes banderas; un voto muy dividido a favor de dos grupos de criminales de cuello blanco: los conservadores en lo social y “liberales” en lo económico y los conservadores en lo social y antediluvianos en lo económico. El pueblo que se cree clase media, todo él, “pobrecito, pobrecito de él”, sigue pensando que la democracia viene con nombre propio, y sus caciques siguen prometiéndole hasta los inmaculados calzones de la virgencita en campaña y dejándolo sin los suyos durante su administración

En la anterior elección del presidente federal empezaban a ser notorias las candidaturas independientes, la cual en esta ocasión apenas si se escucharon.

Si el pueblo es sabio, entonces debería empezar a congregarse para organizar opciones más honestas para las siguientes elecciones, pues aunque simpatizantes y opositores de ambas coliciones lo nieguen, desnieguen y renieguen, hay una sola cepa de gentuza que busca mantenerse en cargos públicos sin interesarse lo mínimo aceptable por el derecho, las garantías de los ciudadanos, la economía, el estado de derecho o siquiera la administración pública.

 

¿Y el emprendedurismo político?

Aunque no soy partidario del terminajo libertario “emprender”, brilla por su ausencia en el ámbito político, como si en la administración pública no hubiera áreas de oportunidad, fortalezas, y todas esas cosas chungas que mencionan los “admins”.

Una parte muy gruesa de la clase media es liberal en lo social, sin embargo de entre ella no ha surgido una propuesta para representarla, a pesar de que es presisamente el ámbito al cual le “mama” lo emprendedor.

Si bien es cierto que en lo económico hay una división importante, esto no sería motivo para no lanzar una propuesta, sino un aliento para iniciar varias propuestas leberales en lo social.

 

Sacar al pri del nuevo siglo de las urnas

Desde que surgio el partido de Morena en este siglo auguré que se convirtiría en otra cara más de la misma calaña a votar; y cuando sacó a varios de los simpatizantes que lo crearon para poner a “chapulines” que provenían de todos los partidos anteriores se confirmo como el nuevo pri al que se debía combatir durante las próximas décadas.

¿Por qué el nuevo pri?, porque al igual que su antecedente su única aspiración es la de parmenecer en la silla, de una forma u otra. Hasta ahora, la gestión presidencial no ha usado más que las viejas mañas de su padre. Un cabecilla demagogo que se muestra afín a los intereses del lumpen, pero en realidad gobierna para una élite de potentados económicos a quienes favorece y en nombre de quienes gobierna. En apariencia es otro grupo de agraciados diferente al de administraciones pasadas, pero en licitaciones y acuerdos entre las administraciones y la iniciativa privada se muestran ser los mismos agraciados de siempre.

En el fondo, ni el cacique mayor ni su partido proponen iniciativas ni económicas, ni administrativas, ni sociales, ni educativas, ni de ninguna otra índole que cambien el estado de derecho a favor de las clases más bajas o de los grupos marginados de siempre.

Mujeres, indígenas, niños, estudiantes, jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad siguen en un estado de dependencia de la “buena voluntad de los mandatarios de los tres niveles. Las reformas legales para crear condiciones más equitativas a estos grupos son casi inexistentes, y de las que se proponen muchas veces son inadecuadas por provenir desde personas priveligiadas que no tienen esas condiciones, no consultan a estos grupos y menos estudian las circunstancias de ellos.

 

Quitar a los legisladores la aprobación o el veto a las iniciativas

Aunque utópico este objetivo, ya está en nuestras manos la tecnología para que el pueblo sea quien decida cambiar o no una reforma a la ley. Lo único guajiro de este tipo de gobierno es madurar un electorado participativo.

Aunque se promociona, proclama, difunde y hasta decreta la participación ciudadana, la verdad es que a la clase política (que ya muestra y demuestra un rancio esqueleto, y no solo “huesos” sueltos, ) no le interesa el bienestar del pueblo sino transferir su privilegios de manera hereditaria; tal como lo muestra el caso más reciente, aunque no ses el más emblemático de mencionar: la suceción de Felix Salgado y su hija Evelyn Salgado como candidata a y ahora próxima gobernadora de Guerrero; los casos de nepotismo abundan, otro más famoso y persistente es por ejemplo la familia Yunes, parentela que se ha llegado a llenar varias opciones de una boleta con su apellido.

Sin embargo, a la cuarta transformación no le ha interesado eliminar el nepotismo y hasta lo alienta como sucedió con el caso Salgado.

Mientras tanto se combatió hasta su logro el que los docentes de la SEP no puedieran heredar su plaza a familiares. ¿Cómo es posible que alguien con falta de preparación o habilidades pueda hacer daño cuando repercute directamente en la vida de 50, pero no cuando repercute en la vida de millones?

 

Así que por qué no imaginar un futuro utópico para el 2024.

Sin propaganda, sin urnas, sin boletas, sin abolengos; así es como me lo imagino.

Faltan dos semanas para las elecciones mi teléfono me despierta con la notificación del documento donde los candidatos se presentan a sí mismos, como a sus propuestas más importantes. El Partido Unicornio propone una reforma para hacer general el matrimonio a todas la parejas, mayor educación sexual en las escuelas y una mejor distribución de anticonceptivos. El Partido Inmaculado propone una reforma para dar media hipoteca en prebenda a las aplicaciones “chachi” para poder ser emprendedores. El Partido Rojo propone aumentar el salario mínimo del obrero, reducir la tarifa del transporte público y los servicios básicos. El Partido Maestranza propone reparto de gorras y tortas.

Nuevamente gana el PRI que no estaba ni en la boleta, pero la utopía es un horizonte no un lugar; tal vez tampoco en el 2030 podamos vencer al aparato corrupto, pero buscar nuevas estrategias siempre es lo correcto; no podemos permanecer con la urna y la boleta, o con el hacha y la lanza de piedra por siempre.

 

Si deseas saber más sobre las familias privilegiadas dentro de la corruptela, puede ver algunas la larga lista de familias acá:

https://www.efe.com/efe/usa/mexico/el-nepotismo-persiste-todavia-en-la-politica-mexicana/50000100-3667272

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