De Fresnillo para el mundo Por: Lucy Cruz Carlos

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La fotografía pertenece a Carlos Perez

Para mi mamá,

Lucía Carlos Sánchez,

por sus infinitos abrazos y besos.

 

 

Uno de los recuerdos que más atesoro de mi infancia es aquel cálido día de verano. Disfrutábamos del suave aire que movían los árboles de mi vecindario, sentadas en el marco de la puerta. A mi mamá poco le importaba el calor; me rodeó con sus brazos y me dio un beso en la frente. Después, reposé mi cabeza sobre su regazo, mientras ella comenzó a cantarme una canción que estaba de moda: «Eres mi mañana, eres corazón, mi ángel hermoso, regalito de Dios…». Cuando estoy lejos o me siento sola, escucho «Comer a Besos» de Los Temerarios y siento la calidez de mi mamá.

Siendo fan de Los Temerarios, mi mamá cumplió su misión conmigo: hacer que aprendiera todas las canciones de su grupo favorito. Las ponía a todo volumen desde mis primeros años de vida, y se grabaron en mi joven cerebro de manera permanente. Eran canciones de amor, eran canciones de desamor, decían algunos. Era demasiado pequeña para entender de qué trataban, hasta que años después de aquel día de verano comprendí que mi mamá me quería muchísimo. De todas las formas en que podría haber demostrado su cariño, lo hizo de la manera más hermosa y personal para mí: la música.

Como fresnillense, conoces a Los Temerarios desde siempre. Tal vez no recuerdes dónde los escuchaste por primera vez, pero sabes sus canciones. Son una de las agrupaciones que más orgullo nos da decir que son de nuestro mineral. Presumimos con gente de fuera que son de esta tierra. Sus canciones son indispensables en bodas, en carnes asadas y hasta en los medio tiempos del equipo de baloncesto de Los Plateros.

Escuchar el característico aullido del lobo que hace aparición en los intros de sus conciertos eriza la piel. Con presentaciones en los mejores escenarios, como el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, el mítico Estadio Azteca, la Arena Ciudad de México, e incluso cautivando con sus apariciones en importantes programas de televisión como lo fue en «Don Francisco Presenta». Han sido acreedores del primer Latin Grammy por Mejor Álbum Grupero («En la Madrugada Se Fue»), nominados al Grammy por «Ventisiete» en la categoría de Mejor Álbum Mexicano/Mexicoamericano, también poseen un Premio Lo Nuestro a la Excelencia y un Premio a la Trayectoria por los Premios Billboard de la Música Latina.

Los Temerarios cuentan con un amplio repertorio para cualquier acontecimiento emocional. ¿Quieres pedir perdón? Tienes «Acepta Mi Error» y «Te Hice Mal». ¿Tienes el corazón roto? Escucha «Tu Última Canción» y «Fue Un Juego». ¿Añoras el lugar donde están tus raíces? Para eso está «Como Quisiera Volver». ¿Has encontrado al amor de tu vida? Simple, «La Mujer que Soñé», «Al Otro Lado del Sol» y «Sé Que Te Amo». ¿Un amor no correspondido? «Ahí Estaré Yo» y «Mi Vida Eres Tú». ¿Extrañas a alguien? «Cómo Te Recuerdo» y «Una Lágrima Más». ¿Te traicionaron? Dale play a «Tu Infame Engaño». Bien dice mi mamá: no tienen canciones feas.

Los hermanos Adolfo y Gustavo Ángel Alba han sabido mantener vigente a la agrupación por más de 40 años, conquistando a millones de personas y componiendo canciones sobre uno de los sentimientos más intensos: el amor. Sus canciones nos ayudan a expresarnos cuando las palabras no son suficientes o no sabemos qué decir.

El año pasado, anunciaron que habían tomado la decisión de separarse. El día tan temido había llegado: la agrupación romántica por excelencia llegaba a su fin, anunciando una gira de despedida por grandes escenarios como el Madison Square Garden y la Arena Monterrey.

Mi mamá, siendo una admiradora de una de las agrupaciones mexicanas más románticas de todos los tiempos, se enamoró, lloró, cantó, gritó y sigue amando con sus canciones. Y, como a mi mamá y a mí, las canciones de Los Temerarios llegan más allá del corazón, pues tocan el alma.

Este 2024, Los Temerarios llegarán a su fin, pero darán inicio a la leyenda de uno de los grupos más exitosos de México, cuyas melodías traspasaron cualquier límite territorial. Me atrevo a decir que, aunque no sigan juntos, Los Temerarios permanecerán vigentes por muchas generaciones, gracias a nuestros padres, abuelos, amigos o incluso al internet. Sus canciones existirán hasta que el último corazón deje de amar. Agradezco a ellos por haber escrito las más grandes canciones en español, porque varios de nuestros padres no se hubieran enamorado como lo hicieron, y también por darle ese aire nostálgico a nuestros locos años de adultos, especialmente por acompañarnos en la suerte del amor y los corazones rotos.

 

 

Escríbele a Lucy, acá te dejamos su IG: @lucy_cruzcarlos

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