A muchos nos pasa constantemente que estamos buscando una buena película para ver, pero por más que pasamos las listas y los catálogos no encontramos una que nos llame lo suficiente la atención. Así me pasó a mí, pero por una sugerencia encontré una película que, después de verla, no podía quedarme sin escribir sobre ella y recomendarla totalmente.
Hablo sobre esta película, Milagro en la Celda 7, un drama turco del director Mehmet Ada Öztekin que desde el primer momento es una historia conmovedora. Aborda una gran cantidad de temas que hacen de esta película toda una experiencia, una de esas historias que te mantienen atento a cada parte, que te crea emociones variadas de acuerdo con cada situación que va pasando, en definitiva, deja un mensaje trascendente que se queda en cada persona que la ve, cuidado con los spoilers que también a continuación abordaré.
Esta es la historia de Memo, un buen hombre, pastor de ovejas, que tiene un retraso intelectual, padre de Ova, una dulce pequeña de seis años cuya madre falleció. Ambos viven con la abuela, mamá de Memo, que los cuida y atiende. Él sin duda es un hombre bueno y generoso, inocente, alegre y un padre sumamente amoroso y atento, pero que por su discapacidad recibe rechazos y discriminación constante. Su hija Ova, es una niña tierna e inocente, que ama a su padre, pero también recibe las burlas de su condición que ella misma muchas veces no comprende.
No miento al decir que desde que inició esta película, me conmovió profundamente, y es que nos muestra una realidad social en la que se rechaza a todo aquel que es diferente por alguna razón, donde se cometen injusticias, pero también muestra lo que puede lograrse con un verdadero testimonio de bondad y honestidad. En este caso, Memo tiene la mentalidad como un niño de seis años al igual que su hija, por lo que no se desenvuelve como un adulto normal y algunos de los demás lo maltratan por esta razón, así como también otros se aprovechan de ella y la usan a su favor sin importar a quien puedan dañar o perjudicar, pero que al final es lo que logra conmover el corazón de tantas personas e incluso cambiarles la vida.
Es precisamente esta condición, la que lo envuelve en una situación peligrosa, donde por jugar inocentemente con una niña, es acusado injustamente de asesinato, sin poder defenderse, sin saber lo que pasaba y simplemente condenándolo por poder, sin tener culpa alguna.
Pensar en que alguien tenga que sufrir los estragos por un crimen que no cometió es verdaderamente indignante; pero algo que tristemente sucede todo el tiempo, personas que se ven involucradas sin querer de cosas con las que nada tenían que ver, pequeños que son separados de sus padres y obligados a valerse por su cuenta o en lugares donde el trato y las condiciones no son dignas, sufriendo las consecuencias de cosas que no les deberían pesar. Así fue el caso de Ova, que, aunque fue cuidada y procurada por su abuela y su maestra, tuvo que separarse de su más fiel compañero y mejor amigo: su papá.
Qué difícil parece ser explicarle a un niño el castigo que se les impone a personas que no tienen culpa alguna, pues en un pequeño no existe la maldad que haga entender las injusticias que el mundo y la sociedad proponen. Lo mismo pasaba en la mente de Memo, al ser también como la de un niño. Estar siendo castigado sin razón aparente, maltratado de maneras extremas y aun así creyendo que pronto podrá estar de nuevo en su casa y que todo eso que vivía era solo un mal rato que bien podría verlo como un pequeño viaje que en algún momento terminará.
Los hombres que estuvieron con Memo en aquella celda, eran criminales todos de alguna manera, algunos resignados y otros acostumbrados. Con la llegada de Memo no podían hacer menos que recibirlo con golpes e insultos a los que de ninguna manera habría podido defenderse y de los que sorprendentemente sobrevivió.
Una de las cosas más conmovedoras de esta historia, es el anhelo tan grande que tenía Memo de poder estar de nuevo con su hija, sabiendo que él no había hecho nada malo para estar lejos de ella y esperando que alguien lo sacara de ese triste lugar. Los hombres que había a su alrededor fueron escarbando poco a poco en su historia, siendo conmovidos por su sufrimiento y al mismo tiempo por su fe.
Está esa frase a la que poco se le cree y hace caso en nuestros días: La verdad siempre saldrá a la luz. En un mundo donde la mentira pareciera dominar, ¿cómo alguien podría esperar que exista la justicia verdadera? ¿cómo alguien podría creer que las autoridades te dejarán libre tan solo diciendo que eres inocente? Pues Memo lo creía y su hija también, en ningún momento perdieron la fe y la esperanza.
Al ver esta película uno se podría preguntar qué fue lo que hizo a todos esos presos cambiar su perspectiva sobre Memo e incluso luchar por ayudarlo a salir. Yo me lo pregunté y llegué a la siguiente conclusión: Su propio testimonio los convirtió y conmovió. Memo nunca guardó rencor por el recibimiento a golpes que le dieron, en cambio los llamó sus amigos, estaba lejos de su hija, pero nunca se olvidó de ella o la dejó de pensar, estaba encerrado, pero en su corazón existía la libertad por su inocencia, tenía fe y confianza en la verdad. Mostrar eso ante hombres que habían matado, robado, abandonado a sus familias y otros crímenes atroces, era algo extraordinario, una pureza de corazón que para aquellos que lo presenciaron era una rareza que por alguna razón quisieron apoyar.
Darse cuenta de la gran injusticia que contra Memo se cometía, ver que estaba rodeado de criminales siendo un alma bondadosa, los hizo a todos los que estaban con él sentir una gran indignación y necesidad de actuar a su favor, una realidad ante la que no pudieron quedarse imparciales. Es aquí donde se puede comprobar que el ejemplo arrastra y la verdad tiene fuerza.
Pero no siempre se puede apelar ante aquellos que están en el poder, algo totalmente injusto, pero que es real, ¿qué es lo que se hace ante esta situación?… no dejar de luchar. Aquellos a quienes Memo cautivó y mostró por su propia persona su inocencia, hicieron lo que estaba en sus manos para hacer que tuviera en sus brazos de nuevo a su amada hija, dándose cuenta ellos mismos de lo que estaban dejando pasar en sus propias vidas, mirar el amor tan grande que entre padre e hija existía, los hizo recordar lo que habían decidido abandonar, mirar la bondad y generosidad de aquel hombre a pesar de su sufrimiento, les hizo pensar en aquello de lo que se estaban privando disfrutar, cuestionando todas sus decisiones y recordando que en realidad puede existir la paz.
Probablemente una persona no podrá cambiar con su ser las cosas malas que suceden en todo el mundo, pero sí puede tocar los corazones de aquellos que le conocen, un verdadero testimonio de fuerza interior, de sacrificio y entrega, pero sobre todo de amor, puede cambiar la vida de alguien más, creando cadenitas de bien, que poco a poco van cambiando la perspectiva de más personas, manteniendo la esperanza de que en algún momento, todo esto suponga un cambio trascendente en el mundo, pero que desde lo pequeño, ya significa un gran logro.
Memo cambió a cada uno de los que en esa celda conoció, de manera que todos lo apoyaron y le creyeron, pero que, además, decidieron transformar su vida para ser hombres nuevos, tanto les cautivó el corazón, que nada fue igual para ellos después de conocerlo, quisieron ser algo mejor.
¿Qué pasa al final? Probablemente la justicia no llegó a Memo de la manera ideal, que las autoridades hicieran lo correcto, lo declararan inocente y lo llevaran de regreso a casa con su hija, pocas veces sucede esto así. Pero la verdad recayó en aquellos que debía, moviendo cielo, mar y tierra, para que Memo pudiera ser nuevamente libre, dando libertad incluso a aquellos que habían dejado de creer en ella.
Por último, quisiera hablar acerca del sacrificio del hombre que entregó su vida por la de Memo. Esta persona, habló de su culpa y de cómo no podría existir el perdón ni la redención para sus crímenes, alguien resignado a flagelarse hasta el fin de su vida creando su propia condena y castigo. Estaba perdido en su dolor hasta que descubrió cómo enmendar su vida. Logró comprender que nada de lo que uno ha hecho en el pasado podrá cambiarse nunca, pero siempre existen maneras de reparar el daño que antes se causó, renovando nuestra realidad y actuando en el presente. Este hombre que había arrancado una vida se enmendó salvando otra, moviendo también el corazón de aquellos hombres que vieron su sacrificio, por lo que no fue solo una vida la que salvó al entregar la suya. Es impactante lo que la sed de justicia puede lograr, y más lo que un verdadero testimonio de bondad e inocencia puede hacer con los demás.
Memo regresó con su hija, luego de aquel duro y cruel viaje, regresó con ella, comprobando que su espera no había sido en vano, sabiendo que su inocencia lo salvó y que también salvó a todos aquellos que conmovió.
Me quedo corta con lo que puedo externar de lo que esta película me transmitió, solo puedo decir que dentro de todo es una gran invitación a ser esa persona que lo de todo por amor, hasta cambiar la vida de quienes nos conozcan y crear nuestra propia justicia, pues verdaderamente existe esa luz al final del túnel, solo si estamos dispuestos a luchar por ella. Invito a ver con atención esta historia, esperando que, así como yo, lleguen a disfrutarla hasta el final.